Cuando tenía 13 años, mi preciosa madre y mi padre me trasladaron de un hogar mormón conservador en San Antonio, Tejas a California y oí la hitoria de Harvey Milk y me dió esperanza. Me dió esperanza de que algún día podría vivir mi vida abiertamente, siendo como soy y quizás que algun día podría enamorarme y casarme. Quiero agradecérselo a mi madre, que siempre me amó por quién era, aunque fuera presionada para no hacerlo, pero sobre todo sino nos hubieran arrebatado a Harvey hace 30 años, creo que le gustaría que les dijera a todos los chicos gays y lebianas que nos ven esta noche y que se han sentido minusvalorados por la iglesia, el gobierno o sus familias, que sois unas bellas, hermosas criaturas de valor. Y no importa lo que nadie os diga, Dios os ama y os prometo que muy pronto tendréis igualdad de derechos federales alrededor de esta nuestra gran nación. Gracias, y gracias a Dios por darnos a Harvey Milk.
En varios países asiáticos, el discurso de Lance Black, ganador del mejor guión original y el de Sean Penn, cuya interpretación de Harvey Milk le valió el Oscar al mejor actor y que también reivindicó igualdad de derechos para los homosexuales, fueron censurados, según ha informado Associated Press.
Parece que todavía queda mucho por hacer.
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