La justicia española, soberana y democrática, ha vuelto a dar con la puerta en las narices a las nuevas pero poco renovadas iniciativas políticas del mal llamado mundo abertzale, dictando la ilegalización de Democracia 3 millones (D3M) y Askatasuna, nuevas siglas batasunas pero al parecer con la misma gente detrás.
Desde que los dos grandes partidos nacionales, a iniciativa de los socialistas aprobaran allá por el 2002 la llamada Ley de Partidos, las sucesivas intentonas políticas de los abertzales han encontrado siempre en el Tribunal Supremo (y el Constitucional) su punto y final, con sentencias más políticas que judiciales que hacen sospechar acerca de la distancia real entre los poderes legislativo y judicial. Una distancia al parecer muy reducida, al menos en el caso español. ¡Si Monstesquieu levantara la cabeza!.
En cuestión de unos meses, José Luis Rodríguez Zapatero, por aquel entonces secretario general del PSOE y José María Aznar, Presidente del Gobierno, aprueban con un simbólico apretón de manos la criminalización de aquellas ideas que se consideran fuera de la ley. Dos estadistas políticos de este calado se atrevieron a hacer lo que la dama de hierro, con todo su mala hostia y cien muertos al año a manos del IRA, no se atrevió ni siquiera a proponer. Quizás porque los súbditos de la Reina no hubieran acogido la iniciativa de tan buen grado como lo hicieron los súbditos del Rey, que con la inestimable ayuda de los medios de comunicación del Estado (públicos y privados), asimilaron aquello como la panecea anti ETA, sin reparar por un segundo en la violación de los derechos individuales que supuso el triste apretón de manos. La libertad de formación de organizaciones políticas queda desde entonces condicionado, y solo es tolerada con una condena previa, constante y permanente de la violencia vasca (vasca y solo vasca). Partidos de corte fascista (España 2000, Falange Española, ACN) cuentan entre sus más ilustres afiliados con pandillas de pelones unicelulares y cabreados que descargan su odio irracional con todo aquello sospechoso de ser diferente y cuya violencia, sin embargo no resulta susceptible de ser ilegalizada por ningún Tribunal o partido político. Si en lugar de Paco se llamara Patxi y si en lugar de pollo fuera serpiente, plan antiterrorista.
La defensa de la paz y la libertad nunca puede ser esgrimida como justificación para privar a los ciudadanos de los derechos más básicos que otorga la democracia y el miedo no debería de ser nunca el mecanismo para lograrlo.
En España, en pleno 2009, tal y como sucedía por estas tierras en tiempos más oscuros, siguen estando vigente los delitos de pensamiento, característica propia de cualquier régimen dictatorial que sin embargo es aceptado por un sistema judicial repito, soberano y democrático, o al menos que presume de ello.
Rubalcaba, tras la bomba de ETA en la sede de Ferrovial declara: "Con esta bomba ETA justifica al Tribunal Supremo". Con la sangre solo se justifica la propia condición irracional del que la derrama y nunca la utilización política de la ley para cometer atropellos judiciales en una democracia que tras treinta años de vida, sigue dando pasitos "pa trás".
Desde que los dos grandes partidos nacionales, a iniciativa de los socialistas aprobaran allá por el 2002 la llamada Ley de Partidos, las sucesivas intentonas políticas de los abertzales han encontrado siempre en el Tribunal Supremo (y el Constitucional) su punto y final, con sentencias más políticas que judiciales que hacen sospechar acerca de la distancia real entre los poderes legislativo y judicial. Una distancia al parecer muy reducida, al menos en el caso español. ¡Si Monstesquieu levantara la cabeza!.
En cuestión de unos meses, José Luis Rodríguez Zapatero, por aquel entonces secretario general del PSOE y José María Aznar, Presidente del Gobierno, aprueban con un simbólico apretón de manos la criminalización de aquellas ideas que se consideran fuera de la ley. Dos estadistas políticos de este calado se atrevieron a hacer lo que la dama de hierro, con todo su mala hostia y cien muertos al año a manos del IRA, no se atrevió ni siquiera a proponer. Quizás porque los súbditos de la Reina no hubieran acogido la iniciativa de tan buen grado como lo hicieron los súbditos del Rey, que con la inestimable ayuda de los medios de comunicación del Estado (públicos y privados), asimilaron aquello como la panecea anti ETA, sin reparar por un segundo en la violación de los derechos individuales que supuso el triste apretón de manos. La libertad de formación de organizaciones políticas queda desde entonces condicionado, y solo es tolerada con una condena previa, constante y permanente de la violencia vasca (vasca y solo vasca). Partidos de corte fascista (España 2000, Falange Española, ACN) cuentan entre sus más ilustres afiliados con pandillas de pelones unicelulares y cabreados que descargan su odio irracional con todo aquello sospechoso de ser diferente y cuya violencia, sin embargo no resulta susceptible de ser ilegalizada por ningún Tribunal o partido político. Si en lugar de Paco se llamara Patxi y si en lugar de pollo fuera serpiente, plan antiterrorista.
La defensa de la paz y la libertad nunca puede ser esgrimida como justificación para privar a los ciudadanos de los derechos más básicos que otorga la democracia y el miedo no debería de ser nunca el mecanismo para lograrlo.
En España, en pleno 2009, tal y como sucedía por estas tierras en tiempos más oscuros, siguen estando vigente los delitos de pensamiento, característica propia de cualquier régimen dictatorial que sin embargo es aceptado por un sistema judicial repito, soberano y democrático, o al menos que presume de ello.
Rubalcaba, tras la bomba de ETA en la sede de Ferrovial declara: "Con esta bomba ETA justifica al Tribunal Supremo". Con la sangre solo se justifica la propia condición irracional del que la derrama y nunca la utilización política de la ley para cometer atropellos judiciales en una democracia que tras treinta años de vida, sigue dando pasitos "pa trás".
Viñeta: ELROTO.
3 comentarios:
Como te habrás dado cuenta, nadie comenta por aquí, porque la gente se da cuenta de cuando no tiene argumentos válidos para rebatir algo, o espero al menos que sea por eso. Es cierto que la Justicia, bajo el gobierno socialista ha sido suceptible de partidismo muchas veces. Al menos es la impresión que he tenido muchas veces tras leer las noticias. Y en cuanto a lo de la Ilegalización, qué propones? Porque ten claro que dejar que partcipen y hagan apología de ideas peligrosas para la vida de la gente, no sería tampoco bien aceptado. En todo caso, yo creo que hay que dejar que el pueblo vasco decida a quiens quieren votar, y veremos que la gentie tiene dos dedos de frente y saber seleccionar qué clase de políticos quiere.
Un saludo, y por cierto, llegué aquí por tu comentario en el público sobre el sexo anal y el uso del arnés, y por cierto,discrepo contigo. No tienes obligación usar nada para ser progresista, no se trata de eso, sino de jugar si se quiere y con quien quiere.
Vaya dos temas más dispares en el mismo texto, en fin. Un saludo.
Que propongo? Propongo que se respeten los derechos y que tanto D3M como Askatasuna se puedan presentar a las elecciones, al igual que como ya he dicho se permite la presencia de partidos fascistas, igualmente violentos. La democracia es respetar las ideas de todos, aunque en ocasiones los mecanismos para conseguir los objetivos, repugnen a cualquiera con un mínimo de sentido común. Despues la gente decide y decide lo que le da la gana. Lo que no se puede tolerar es que una persona diga "yo comulgo con ETA" y la justicia sentencia que esa persona está fuera de la ley. Se está fuera de la ley si después de manifestar su "amor" por los violentos coge una pistola y le pege tres tiros al primero que pasa. Eso es un delito, asesinato, y debe ser juzgado y condenado. Lo otro, pretender encarcelar o prohibir exprasarse a una persona en determinados términos, es sencillamente inaceptable en una democracia.
Esto, salvando las distancias también sucede en oriente próximo, donde Israel aseguró que iba a respetar el proceso electoral en Palestina, pero cuando Hamás ganó en las urnas, con una limpieza alabada por organizaciones internacionales, Israel decidió no reconocer al gobierno.
En cuanto a lo del arnés, si puedes, pásame el enlace, porque no lo recuerdo muy bien.
Un saludo y gracias
Buen equipo hacemos en reflexiones¿progresistas?.
Un saludo.
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