La verdad es que Mentiras y Gordas como película porno es bastante buena. Nunca se ha visto en este tipo de cine tanto diálogo entre polvo y polvo así que los padres de la idea bien merecen un reconocimiento. La Ninfa de Oro, máximos galardones del cine x, hubiera sido más adecuado pero bien pensado y a la vista de los acontecimientos, para ser Ministro parece que basta con saber distinguir entre teta y culo.
Ángeles González-Sinde, una de las madres de la idea, ha sido la afortunada elegida para suceder a Cesar Antonio Molina al frente de Cultura, con una consigna de la que ya hacía gala en su época como presidenta de la Academia del Cine. Acabar con el P2P, limitar el ancho de banda y la libertad de contenidos en la red. En definitiva, establecer un coto legal que permite regular las descargas en función de los intereses de un colectivo que continua culpando a la red de un problema que es más bien propio, de calidad de contenidos.
La elección de González-Sinde es el segundo regalo de Zapatero al mundo del cine ,tras el cannon digital y en respuesta al apoyo que este sector otorgó públicamente al PSOE en las últimas elecciones generales.
Resulta alarmante que una señora que ha demostrado reiteradamente un desconocimiento absoluto de las nuevas tecnologías, sea la responsable de la gestión de una materia que ha encontrado en estas una herramienta de difusión de un alcance hasta ahora desconocido. Si la máxima de un artista, al menos antes lo era, es difundir su trabajo al mayor número de personas, para Sinde el canal que lo hace posible es el enemigo principal de la cultura.
Por si fueran poco los integristas, en el otro lado del cerco aparece cual salvador del cine patrio Alex de la Iglesia que salvo gran sorpresa será elegido el próximo 21 de junio como nuevo presidente de la Academia del Cine. Ya se lo veían cualidades cuando junto con Sinde y otros miembros ilustres del celuloide, acudieron unos días antes de la última remodelación gubernamental al Ministerio de Cultura para reprocharle a Cesar Antonio Molina su ineficacia a la hora de satisfacer sus intereses. Días despues, todos sabemos lo que pasó.
Alex de la Iglesia se postulaba para presidente hace unos meses,cuando discrepaba públicamente de la estrategia de la Academia y advertía que en el caso de ser elegido tenía la intención de "cambiar las cosas". Algunos, idealistas antes e ingenuos ahora ,pensaron que con un presidente como De La Iglesia, ciber-seguidor confeso, la Academia al fin plantearía una estrategia eficaz y consensuada con los asociaciones de internautas y las teleoperadoras. Nada más lejos de la realidad, Alex de la Iglesia recae en el integrismo y hace un predicción apocalíptica; "en 10 años internet matará al cine y a la televisión". En los años 20, muchos ilustres fueron los que pronosticaron destino similar para la radio, tras la llegada de la televisión. Hoy en día, según el último estudio del EGM, más de once millones de personas en España escuchan la radio diariamente.
El mismo integrismo, 80 años después.
Ángeles González-Sinde, una de las madres de la idea, ha sido la afortunada elegida para suceder a Cesar Antonio Molina al frente de Cultura, con una consigna de la que ya hacía gala en su época como presidenta de la Academia del Cine. Acabar con el P2P, limitar el ancho de banda y la libertad de contenidos en la red. En definitiva, establecer un coto legal que permite regular las descargas en función de los intereses de un colectivo que continua culpando a la red de un problema que es más bien propio, de calidad de contenidos.
La elección de González-Sinde es el segundo regalo de Zapatero al mundo del cine ,tras el cannon digital y en respuesta al apoyo que este sector otorgó públicamente al PSOE en las últimas elecciones generales.
Resulta alarmante que una señora que ha demostrado reiteradamente un desconocimiento absoluto de las nuevas tecnologías, sea la responsable de la gestión de una materia que ha encontrado en estas una herramienta de difusión de un alcance hasta ahora desconocido. Si la máxima de un artista, al menos antes lo era, es difundir su trabajo al mayor número de personas, para Sinde el canal que lo hace posible es el enemigo principal de la cultura.
Por si fueran poco los integristas, en el otro lado del cerco aparece cual salvador del cine patrio Alex de la Iglesia que salvo gran sorpresa será elegido el próximo 21 de junio como nuevo presidente de la Academia del Cine. Ya se lo veían cualidades cuando junto con Sinde y otros miembros ilustres del celuloide, acudieron unos días antes de la última remodelación gubernamental al Ministerio de Cultura para reprocharle a Cesar Antonio Molina su ineficacia a la hora de satisfacer sus intereses. Días despues, todos sabemos lo que pasó.
Alex de la Iglesia se postulaba para presidente hace unos meses,cuando discrepaba públicamente de la estrategia de la Academia y advertía que en el caso de ser elegido tenía la intención de "cambiar las cosas". Algunos, idealistas antes e ingenuos ahora ,pensaron que con un presidente como De La Iglesia, ciber-seguidor confeso, la Academia al fin plantearía una estrategia eficaz y consensuada con los asociaciones de internautas y las teleoperadoras. Nada más lejos de la realidad, Alex de la Iglesia recae en el integrismo y hace un predicción apocalíptica; "en 10 años internet matará al cine y a la televisión". En los años 20, muchos ilustres fueron los que pronosticaron destino similar para la radio, tras la llegada de la televisión. Hoy en día, según el último estudio del EGM, más de once millones de personas en España escuchan la radio diariamente.
El mismo integrismo, 80 años después.
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