04 enero 2010

"Cuando despierte el gigante, el mundo temblará"



China es, probablemente, el mayor exponente del triunfo de un régimen totalitario. El sistema educativo es en realidad una herramienta de adoctrinamiento de las masas en favor de los intereses del Estado -pequeña casta dominante-, por encima de los individuales, incluídos los derechos más básicos intrínsecos a las personas. El sistema es tan perfecto que ya no necesita de aulas para ser inculcado, y es que el fanatismo patriótico chino se ha convertido en una cuestión genética donde la colectividad es prácticamente un deber moral, impuesto por cada uno.
Así las cosas, el control del Estado sobre sus ciudadanos es total, también entre los emigrantes, que lejos de cautivarse por el idílico occidente, exportan unos métodos de trabajo ante los que los Estados receptores se muestran impotentes, porque la explotación voluntaria no es delito y porque enturbiar lo más mínimo las relaciones con el gigante asiático, es hoy día inviable para la economía de cualquier país.

Hace siglos, Napoleón ya advertía de la conveniencia de postergar el letargo chino lo máximo posible, y ahora que el gigante ya está despierto, aquella predicción empieza a ser una realidad tangible, en su forma más apocalíptica.
Como otros muchos sistemas totalitarios a lo largo de la historia, el chino, ha utilizado el comunismo como tapadera de las miserias propias de la opresión. China viola los derechos humanos de forma sistemática, fusilando, torturando y encarcelando a los pocos grupos opositores que se atreven a contradecir en lo más mínimo la voluntad única del partido. Y tolo lo hacen sin esconderse, de cara a la opinión pública, con el descaro del que se sabe el principal banco del mundo, que además ahora se ha apuntado al capitalismo, transformando a los antiguos enemigos en socios de privilegio, que con la boca pequeña protestan por las violaciones y con la mano abierta recogen el dinero.

Libertad para Liu Xiaobo, Hu Jia y el resto de presos políticos encarcelados en China.

Foto: Ayuda al Tibet

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Esa es una opinion muy sesgada y parcial. Es cierto que los chinos estan adoctrinados, pero eso va mas alla de un simple sistema impuesto por el gobierno.
Forma parte de su cultura de su forma de ser. Es algo similar a lo que ocurre en Japon, su cultura es totalmente diferente a la nuestra.
En cuanto a lo de las violaciones a los derechos humanos, es inegable que el regimen chino las ha cometido. ¿Pero que imperio no las ha cometido? ¿No abusan los EUA de medio mundo violando los derechos humanos sistematicamente en naciones soberanas?
¿No han impulsado rebeliones, masacrado naciones y torturado personas en nombre de la supuesta libertad?
Al menos el regimen chino se sabe autoritario, no es hipocrita como el de EUA que aras de defender los derechos humanos los viola mas que nadie en el mundo.
Por lo demas el regimen no solo ha traido cosas malas a los chinos, es un gobierno ordenado, que les ha traido sustanciales mejoras a su vida (si China es el pais que mas personas ha sacado de la pobreza en su historia). Para las personas el regimen ha hecho mucho por ellas, el lugar se simplemente vender a su nacion a las potencias extranjeras, es un regimen que hasta cierta medida se preocupa por ellos.
Les ha traido los beneficios del capitalismo sin sus desmanes, sin los crimenes, la corrupcion y falta de moral que impera en los paises occidentales.
Bien puede decirse que no sera el regimen perfecto, pero hay gobiernos peores en muchos lugares del planeta.