03 octubre 2009

Por los pelos



No esparaba tanta tensión ayer por la tarde. A las 5 ya había quedado. Daba por hecho, que por entonces la candidatura de Madrid ya habría quedado eliminada de la carrera olímpica y después de ver a Samaranch suplicando la última voluntad y a Raúl, dándole besitos a la hija de Mercedes Coghen ya no tenía sombra de duda. De repente Jacques Rogge, representando a 97 personas de las que poco sabemos, manda a la mierda en dos segundos el efecto Obama, que al menos para él, le pilló a 30.000 pies, en el Air Force One, sin cámaras.
Los pronósticos se cumplieron en la siguiente votación con la caída de Tokio, a priori la candidatura más floja a la que no ayudó una estridente presentación con alusiones al karaoke incluidos.
Madrid estaba en la final y mis planes retrasados hasta las 7.

Mientras tanto en las oficinas de Sacyr Vallehermoso, ya corría el cava. Al otro lado de la ciudad Florentino Pérez se sonreía mirando al infinito en su despacho de ACS, quizás llamó a Ferrovial para compartir la ilusión con Rafael del Pino, que quizás estaba comunicando porque ya había recibido la llamada de Esther Koplowitz y FCC. A 350 km de allí, a hora y media en AVE, como bien le explicó Mercedes Coghen a Sergei Bubka, Francisco Camps esbozaba una pequeña sonrisa que resultó reconfortante después de tanto disgusto. Desde que es presidente, por Valencia han pasado Calatrava, James Bond, Fernando Alonso muy rápido y hasta el Papa, y ahora una subsede olímpica con muchas obras a la vista. Lástima lo de Correa, con lo bien que se manejaba con estas cosas.
No me olvido de los bancos, de Caja Madrid que después de Cristiano Ronaldo ya olfateaba de nuevo el dinero, de los especuladores, de la Consejería de Urbanismo, del Ministerio de Fomento, de las empresas de trabajo temporal, de las mafias de inmigrantes y mano de obra barata, de los proxenetas....
Ayer medio Madrid estaba de fiesta.

A las 18:50 la botella más cara ya estaba sobre la mesa. Después de una interminable espera que más de un citado aprovechó para ir adelantando contratos, Jacques Rogge aparece en televisión. Botín se afloja la corbata. "A la ville de... Río de Janeiro". La botella, como para la del 2012 vuelve a la nevera. Florentino quizás volvió a llamar a Del Pino, que quizás comunicaba porque Koplowitz ya le había llamado para decirle: "por los pelos".

Enhorabuena a todos los madrileños

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