22 mayo 2009

A Iniciativa Internacionalista le quitan las esposas


Parece que en el túnel, al final, quedaba un rayo de luz. No le bastaba al Tribunal Supremo con la definición explícita de pacifistas de Iniciativa Internacionalista la Solidaridad entre los Pueblos (II), ni la comparecencia de su cabeza visible, el dramaturgo Alfonso Sastre, reafirmando la condición pacífica de la formación, ni siquiera que los supuestos pro-etarras tuvieran su seno en Castilla. Por una mayoría razonable y por lo tanto preocupante, sus señorías anulaban la lista de II por no cumplir con lo estipulado en la llamada ley de partidos, calificando a la formación como "parte del entramado de ETA". Una decisión, lógicamente, alabada por los dos grandes partidos, impulsores del filtro legal que según intereses propios coloca al otro lado de la ley a formaciones políticas, asociaciones juveniles, medios de comunicación y colectivos ciudadanos por no encajar en su perfil del buen demócrata. Por no condenar la violencia, que diría Rubalcaba, el Ministro del Interior, que tiempo atrás, sin embargo, si creía en la lucha armada como medio para obtener fines políticos. O por no condenar la violencia, que diría Mariano Rajoy, que tiempo atrás, sin embargo, votó en el Congreso a favor de la invasión y posterior masacre del pueblo iraquí, que hoy, aún sufre una violencia sin visos de acabar y que además nadie condena.

Paradójicamente ha sido el Constitucional, tradicional verdugo ejecutor de la democracia vasca y representante con toga de la bipolaridad partidista española, quien en un alarde de un sentido común que hasta hoy le parecía ajeno, ha revocado la decisión del Supremo dando vía libre a la candidatura de Iniciciativa Internacionalista a las próximas elecciones europeas del 7 de junio. Si mi memoria no me falla, y todo puede ser, desde la entrada en vigor en 2002 de la Ley Orgánica de Partidos Políticos, nunca el Constitucional ha "limpiado" la imagen de una organización acusada de terrorista por el Supremo, por lo que podría deducirse que el error de este y la Fiscalía General del Estado ha debido ser de proporciones. De proporciones históricas y proporcionalmente inversa a las consecuencias que presumiblemente tendrán que afrontar ambos organismos del Estado, pese a la querella por difamación anunciada por II, que salvo gran sorpresa y dos seguidas ni de coña, quedará en papel mojado.


Ahora, aplicando aquello de que no hay mal que por bien no venga, Iniciativa Internacionalista tiene la oportunidad de transformar lo que parecía una muerte segura, en una herramienta para dar a conocer una alternativa a la cada vez más podrida realidad política española. Una iniciativa, la internacionalista, de definición anticapitalista, real de izquierdas, alejada de la falsa socialdemocracia pseudo progresista de PSOE e IU y en el polo opuesto el neoliberalismo salvaje del PP, representado en Europa por el franquista Jaime Mayor Oreja. De momento, son la tercera fuerza política más conocida de cara a las elecciones y aunque cuando se mancha, algo siempre queda, la situación actual es el caldo de cultivo idóneo que bien aprovechado puede convertir a un populacho adormilado en la fiera que hace tiempo ya debería ser.

2 comentarios:

Paco Piniella dijo...

Yo estoy de acuerdo en que todas las opciones y todas las ideas son respetables, la ley de partidos me da miedo, ¿dónde está el límite? a pesar de eso tampoco podemos permitirnos darles fuerza a la gente que hace política con el tiro en la nuca.

PabloMM dijo...

Estoy de acuerdo, pero ninguno de los miembros de D3M, la última formación "batasuna" ilegalizada, tenía pendiente causa alguna por "pegarle un tiro en la nuca" a nadie.