14 abril 2009

El efecto AXE

Busquen refugio amigos, porque las feministas vuelven a las armas. Ya sabemos desde hace tiempo que meterse con los hombres se ha convertido en una práctica habitual que además de ser políticamente correcta, resulta hasta progresista. Pero ojo, mucho cuidado con utilizar la misma sátira, en ocasiones verdaderamente denigrante, con las mujeres, porque una horda de feministas rabiosas, encabezadas probablemete por Ana Rosa Quintana, pedirá la cabeza del osado, negando el derecho a vivir del primate.
Esto lo sabe muy bien Axe, una de los marcas de desodorantes más vendidas del mundo, que desde hace años utiliza una línea provocadora e impactante en las campañas publicitarias de los productos dirigidos al público masculino. Fruto del ingenio de la publicidad argentina, una de las mejores del mundo, a la que Axe se ha confiado en plenitud, han nacido decenas de spots reconocidos en los mejores festivales de publicidad ("
marcales el camino"), que casi siempre han recibido el desprecio de los sectores feministas en forma de demandas judiciales. (Tambien en España). Ahora vuelven a los tribunales, esta vez en Argentina, donde dos diputadas han anunciado una cruzada judicial contra el nuevo juego online de Axe, "Garrotazo de Amor", cuyo objetivo,al estilo de alguna famosa atracción de feria, es aporrear al mayor número de mujeres que vayan apareciendo en pantalla; si te equivocas y el perjudicado es un hombre, pierdes 500 puntos.


Dejando un lado el buen o mal gusto del jueguecito, a mis ojos inofensivo, empieza a ser paranoico el papismo que poco a poco y de manos del Partido ¿Socialista? ¿Obrero? Español se ha instaurado en la opinión pública, en forma de lo socialmente aceptable. La línea que lo delimita se vuelve cada vez más estrecha y son poco ya los hombres que se han librado alguna vez de ser tildados de machistas por un comentario sin mayor intención, al menos a los ojos simplistas y de mentes obtusas que solo piensan con la polla y no saben hacer dos cosas a la vez, de los hombres.

Este planteamiento, además, puede tener un efecto contrario al originariamente buscado y es que si bien la implicación social en la lucha contra la violencia de género resulta indispensable, la sobreprotección del "género por el género", volvería a colocar a la mujer en un lugar de inferioridad con respecto al hombre, eregido nuevamente en protector universal del "sexo débil". En un alarde de licencia poética, a esto lo llaman discriminación positiva. Discriminación a fin de cuentas.


PD: ¿Qué hubiera pasado si en este anuncio de televisión el tema central hubiera sido el tamaño de los senos o la estrechez vaginal?. El refugio se hubiera quedado pequeño.


0 comentarios: